EL FALSO EMPODERAMIENTO

Foto de Natalie Hua en Unsplash

El empoderamiento de la mujer es un tema de actualidad. A diario leemos noticias, escuchamos, vemos a influencers o leemos en blogs como este, hablar sobre el empoderamiento o sobre mujeres empoderadas.

Sin embargo, y desde mi punto de vista, no todo lo que se presenta como empoderamiento realmente contribuye a la emancipación o soberanía femenina.

Las mujeres, en un intento de ser consideradas iguales a los hombres, tendemos a adoptar roles y características tradicionalmente masculinas. Y, ¿es este el verdadero camino hacia el empoderamiento?

La Trampa de la asimilación

Para muchas mujeres, el camino hacia el éxito en sociedades dominadas por valores masculinos ha implicado la adopción de comportamientos y actitudes masculinas. Este fenómeno podemos observarlo en ámbitos como el del mundo empresarial, la política o la vida cotidiana.

En muchos casos, en el ambiente laboral se espera que las mujeres adopten una actitud competitiva y agresiva para avanzar en sus carreras, emulando el estilo de liderazgo masculino. El resultado puede ser un ambiente de trabajo donde las características tradicionalmente femeninas, como la empatía, la colaboración o la escucha son desvalorizadas.

Ya, en nuestra la vida personal, algunas mujeres sentimos la presión por demostrar nuestra independencia y fuerza mediante comportamientos asociados con lo masculino, como evitar mostrarnos vulnerables o priorizar el trabajo sobre otras áreas de la vida.

El Precio que pagamos

El falso empoderamiento tiene consecuencias que van más allá de la simple asimilación de roles masculinos. Este enfoque puede resultar en una serie de problemas tanto a nivel individual como social: Pérdida de Identidad: Las mujeres podemos perder nuestro sentido de identidad al intentar encajar en un molde que no refleja nuestra verdadera naturaleza y valores.
Estrés y Agotamiento: La presión para cumplir con estos roles nos puede llevar a un aumento del estrés y el agotamiento, por intentar mantener un estilo de vida que no es sostenible a largo plazo.
Desvalorización: Al adoptar roles masculinos, se refuerza la idea de que las características masculinas son superiores y necesarias para el éxito, perpetuando la desvalorización de todo lo relacionado con lo femenino.

El Verdadero Empoderamiento: Poner en valor lo femenino

El verdadero empoderamiento no consiste en tomar las cualidades y características de los hombres como la competitividad, la lógica, la acción y la independencia, sino en celebrar y valorar las características, habilidades y cualidades asociadas a las mujeres como la empatía, la colaboración, la intuición y la receptividad. Características fundamentales para la cohesión, la resolución de conflictos, comunicación, desarrollo y el cuidado (autocuidado).

Debemos sentirnos libres de ser nosotras mismas, sin la presión de tener que ajustarnos a un modelo masculino de éxito. El empoderamiento no debe basarse en la adopción de roles masculinos. Empoderarnos significa respetar y promover nuestra soberanía, no forzarla a encajar en moldes que no son nuestros.

La soberanía real se alcanzará cuando cada mujer pueda ser fiel a sí misma y mostrarse al mundo tal cual es.

 

 


 
 

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