El valor de lo Femenino
Vivimos en una sociedad donde las mujeres hasta ahora hemos tenido un papel secundario y digo hasta ahora porque afortunadamente eso está cambiando.
Todo lo relacionado con la mujer para lo que socialmente no hayamos sido educadas, es infravalorado. Hemos de realizar un esfuerzo extra para visibilizar nuestras actividades, nuestras ideas, para ser escuchadas y tener credibilidad, en definitiva para que nuestras propuestas tengan valor.
El origen de todo esto es la educación que hemos recibido y cómo desde pequeñas hemos socializado con nuestro entorno. No nacemos con unas características o valores tildados como femeninos, nos educan para ello.
Como dicen Mercè Brey y Victoria Yasinetskaya en su libro Alfas y Omegas (2019), las personas hemos crecido con la creencia de que cada género tiene unas características que le son propias y en el fondo no es más que una limitación.
Cierto es que biológicamente somos distintos, pero esa diferencia no es más que riqueza. La riqueza de la diversidad. Cada género tiene sus singularidades y sus capacidades y todas son complementarias. Mujeres y hombres tenemos habilidades que aún no nos hemos atrevido a desarrollar. Creo que ahora es el momento de mirar hacia dentro y poner en valor las habilidades, valores que poseemos y que no nos hemos atrevido a mostrar.
Un nuevo concepto de sociedad está a la vuelta de la esquina y va de la mano de un nuevo concepto de organizaciones que al igual que la naturaleza está en continua evolución, con nuevos modelos de gestión, nuevas formas de organizarse, nuevos valores sobre los que regirse.
Poner en valor la diversidad, los cuidados, la empatía, el bienestar de las personas son el buque insignia de este nuevo cambio y son valores que mujeres y hombres podemos aportar a las organizaciones empresariales, a la familia y a la sociedad.
El cambio ya está aquí.
Como dicen Mercè Brey y Victoria Yasinetskaya en su libro Alfas y Omegas (2019), las personas hemos crecido con la creencia de que cada género tiene unas características que le son propias y en el fondo no es más que una limitación.
Cierto es que biológicamente somos distintos, pero esa diferencia no es más que riqueza. La riqueza de la diversidad. Cada género tiene sus singularidades y sus capacidades y todas son complementarias. Mujeres y hombres tenemos habilidades que aún no nos hemos atrevido a desarrollar. Creo que ahora es el momento de mirar hacia dentro y poner en valor las habilidades, valores que poseemos y que no nos hemos atrevido a mostrar.
Un nuevo concepto de sociedad está a la vuelta de la esquina y va de la mano de un nuevo concepto de organizaciones que al igual que la naturaleza está en continua evolución, con nuevos modelos de gestión, nuevas formas de organizarse, nuevos valores sobre los que regirse.
Poner en valor la diversidad, los cuidados, la empatía, el bienestar de las personas son el buque insignia de este nuevo cambio y son valores que mujeres y hombres podemos aportar a las organizaciones empresariales, a la familia y a la sociedad.
El cambio ya está aquí.



A por el cambio, está claro que beneficiará a la sociedad en general y a cada persona en particular.
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