La chica que era experta en corte...

 

 

Recientemente he pasado unos días en Jabugo (Huelva). Jabugo es conocido por sus jamones y sus embutidos elaborados con cerdos de la raza ibérica. 

Hablando con una conocida sobre mis días en Jabugo, me comentó que tenía una compañera de trabajo que era de Jabugo y me contó una experiencia que había tenido en un trabajo.

Me comentaba que el primer día que se incorporó al trabajo, su jefe le dio dos jamones que debía cortar.  Ella ni corta ni perezosa empezó con la faena. Rato después el jefe supervisando el trabajo de la chica, observó que ésta estaba cortando el jamón en lonchas de casi un dedo de gordas (perdonad mi exageración). Se acercó a ella y le dijo:

- De cada una de esas lonchas de jamón salen nueve.

A lo que ella respondió:

- Sí pero es que me salen así.

El jefe confundido le pregunto: - ¿Pero tú no eras experta en corte?

- Sí, soy experta en corte de pelo. Soy Peluquera, le respondió ella.

Quería compartir esta historia con vosotras primero por compartir lo valiente que fue la chica al coger el jamón y ni corta ni perezosa ponerse a cortarlo y segundo porque muchas veces cometemos el error de no hacer el currículum vitae específico para el puesto de trabajo que queremos conseguir.

En muchas ocasiones nuestras trayectorias laborales son muy diversas, puede que hayamos trabajado en ocupaciones que nada tienen que ver unas con otras, cómo era el caso de la chica de la anécdota, que era peluquera y tenía experiencia en hostelería (se lo pregunté a la amiga que me contó la anécdota).

Cada puesto de trabajo requiere unas competencias específicas, que en resumen sería el comportamiento que tiene una persona para desarrollar una tarea determinada. Estas competencias estarían formadas por los conocimientos que tenemos, es decir, por lo que sabemos. Estos conocimientos podríamos haberlos obtenido por nuestra formación académica, por nuestra historia de vida, etc.

También forma parte de las competencias nuestras las habilidades. Las habilidades hacen referencia a cómo hacemos o realizamos la actividad a desarrollar, y que generalmente la hemos obtenido gracias a la experiencia.

Por último y para mí la más importante, la actitud. La actitud viene de serie con la persona. Se tiene o no se tiene y está relacionado con querer hacer. A mí me gusta decir que es la energía con la hacemos las cosas.

En cada currículum o cada proyecto debemos hacer visible que tenemos las competencias para desarrollar satisfactoriamente las tareas determinadas que requiere el trabajo a realizar. Debemos centrarnos en destacar todo aquello que nos de valor como aspirantes al puesto, y ya de paso,  quitar todo lo que no nos sume o pueda quitarnos valor.

Poner en bandeja a la empresa o a la clientela aquello que dé solución al problema que necesite solucionar, sin olvidar que la formación se adquiere, las habilidades se desarrollan, pero la actitud se tiene no se tiene.

¿Contratarías a alguien sin actitud?






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