El amor comienza por una misma

 

Me gusta la frase "El amor comienza por una misma". La escuché en una ponencia de una persona que admiro mucho y que fue con quien me inicié en alimentación macrobiótica, Y es que esta frase tiene muchas connotaciones. 

¿Porque si no nos amamos a nosotras mismas cómo vamos a ser capaces de dar amor, no? Pero en este post, no voy a hablar de eso exactamente, sino de alimentación, de cómo nos alimentamos, cómo nos cuidamos y en consecuencia, cómo nos queremos. 

La calidad de nuestra alimentación está directamente relacionada con la calidad de nuestra salud y el modo de vida que llevamos.

Desde que estudié macrobiótica, cada vez que voy al supermercado, observo los carritos de la compra de las personas que como yo, están haciendo su compra y pienso que no somos consciente de lo que realmente compramos y consumimos. De todas las cosas que he visto, lo que más me ha llamado la atención ha sido una bebida tipo zumo, de color de celeste, y es que en un supermercado podemos encontrar en resumen dos tipos de comidas, una que nos aportará nutrientes y por ende, más salud y vitalidad y otro tipo de comida que solo es comestible, que no aporta beneficios a nuestro organismo y que más que aportar, nos restan salud.

¿Realmente somos conscientes de lo que comemos? Creo que no. Yo no lo era hasta que me formé nutrición macrobiótica. 

Ahí descubrí que hay alimentos vivos, llenos de energía y que si quieres ponerlos en agua, brotarán (tipo frutas, verduras, legumbres, semillas...) y alimentos "muertos" (refinados, procesados, congelados...),  alimentos no completos, desnaturalizados y a los que les han quitado más de la mitad de nutrientes, minerales, fibra... son alimentos que nos restan, desmineralizan y no son beneficiosos para nuestra salud.

En más de un seminario sobre desarrollo persona y profesional, he escuchado que no deberíamos comprar nada en un supermercado que nuestros abuelos no hayan conocido. Hay una gran cantidad de comida procesada, bebidas repletas de azúcares, edulcorantes artificiales, colorantes, excitantes, etc, que nuestro cuerpo asimila como puede pero que no nos dan la calidad de nutrientes que necesitamos para nuestro día a día.

¿Te suena el empezar el día como una zombi, a falta de algún estimulante como el café o alguna bebida energética? Eso no debería ser lo normal,  ¿no? 

Somos lo que comemos.

Nuestro cuerpo necesita carbohidratos, proteínas, grasas, minerales, vitaminas y fibra, estos son los nutrientes esenciales con los que nuestro cuerpo se nutre, se repara, se construye y funciona.

¡La solución? 

• Incorpora a tu alimentación alimentos vivos, alimentos que si los siembras crecen. Esos están llenos de energía y vitalidad, ¿no dicen que somos lo que comemos?.
• Consume menos proteína animal y cámbiala por proteínas vegetales.
• Haz una correcta combinación de los distintos tipos de alimentos (Trofología).
• Utiliza el estilo de cocción más adecuado a tus necesidades o a la época del año en la que estemos.